Los bulos se han convertido en un arma capaz de generar confusión en la población, especialmente en situaciones trágicas donde reina el desconcierto. Por eso, cuando hablamos de tomar decisiones que afectan directamente a nuestra salud, lo más inteligente es seguir las recomendaciones de los profesionales. Ante la avalancha de publicaciones en redes sociales y medios de comunicación que difunden la peligrosa ocurrencia de que hervir el agua la convierte en apta para el consumo, en H2O Tratamientos nos hemos propuesto disipar cualquier sospecha de duda.
Digan lo que digan por ahí, debes tener muy claro que algunos de los nitratos y metales pesados que son arrastrados por las aguas torrenciales a su paso por barrancos o zonas agrícolas, JAMÁS son eliminados cuando el agua hierve, ni aunque la tengamos muchas horas en ebullición a más de 100ºC.
Una verdad a medias es una mentira
Los bulos como el del agua hervida para consumo resultan convincentes cuando se sustentan en tradiciones o creencias que se dan por válidas o, en su defecto, recurren a afirmaciones o datos sacados de contexto. Por ejemplo, el hecho de que algunas bacterias o parásitos mueran durante el proceso de ebullición no significa que todos los contaminantes presentes en el agua sean erradicados de un plumazo.
Hervir el agua sería lo más parecido a desinfectarla. Pero OJO: cuando la hervimos, NO eliminamos ni los metales pesados (mercurio, arsénico o zinc…) ni la mayoría de sustancias químicas que, como desvela este informe de la Universitat Politècnica de Catalunya, puedan estar presentes en el agua contaminada. De hecho, lo único que conseguimos es empeorarla aún más, ya que a medida que esta se evapora, la cantidad de agua que queda en el cazo se va reduciendo, al tiempo que aumenta la concentración de sustancias tóxicas por cada mililitro de agua.
Tampoco deberíamos confiar nuestra suerte a lo que “se ha hecho toda la vida”. Que nuestros ancestros tuvieran la costumbre de hervir el agua como medida de precaución no la convierte en una práctica segura. Las intoxicaciones por este tipo de (malos) hábitos estaban a la orden del día, pero también eran más difíciles de diagnosticar.
En su defensa hay que decir que en el siglo pasado no existían ni los estudios científicos ni los medios tecnológicos con los que contamos en la actualidad. Simplemente confiaban en su instinto y en los arcaicos recursos que tenían a su alcance.
¿Verdad que hoy en día casi nadie recurre al uso de cal viva para potabilizar el agua de su pozo? Antiguamente no había más alternativa que esa, pero hoy en día contamos con equipos de filtración que nos ofrecen todas las garantías de seguridad que no podemos exigirle a una simple piedra de cal.
Algo parecido es lo que ocurre con el agua corriente de nuestra casa. Si queremos eliminar cualquier riesgo asociado a la salubridad del agua, el método más efectivo e indiscutible es la ósmosis inversa, como recomienda la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).
Invierte en ósmosis para ahorrar en disgustos
Gracias a las cinco etapas de filtración de un equipo de ósmosis como el Waterfass +, que es el que recomendamos en H2O Tratamientos, la calidad del agua está plenamente asegurada. Su sistema de filtros y membrana consiguen eliminar el exceso de sales minerales y metales como el plomo, el arsénico o el antimonio, así como todos esos nitratos que a la larga resultan perjudiciales para la salud.
Además, el equipo Waterfass + erradica entre el 96 y el 97,5% de las sales minerales y el 100% de las bacterias presentes en el agua, por no hablar de los famosos microplásticos (algo que no pueden decir las marcas de agua embotellada que encontramos en los supermercados).
Y a todo ello añádele la comodidad de obtener en el mejor agua posible sin tener que cargar botellas y sin derrochar envases de plásticos que muchas veces acaban en nuestros mares y en nuestros ecosistemas.
Si tienes interés en conocer antes nuestros equipos, escríbenos o llámanos al 958 465 589.