El 2020 ha sido un año inusual y cargado de tensión. Es normal que lo hayamos despedido con ganas. Sin embargo, quien más quien menos, lo habrá hecho comiendo más y menos sano durante las fiestas. Por eso, te presentamos unos retos sencillos y efectivos, que te ayudarán a adquirir nuevos hábitos saludables para que la cuesta de enero sea más ligera.
Compra en el mercado local y comercios tradicionales
Comprar productos frescos, de temporada y de proximidad ayudará a tu salud, al pequeño comercio y a los productores locales. Ahora más que nunca, es importante que todas y todos nos apoyemos mutuamente.
Opta por planificar tus comidas semanalmente y darte un tiempo para elaborar una lista de la compra exhaustiva. Estos pequeños cambios no solo contribuirán a hacer tu alimentación más saludable, sino también más sabrosa y sostenible. ¿Qué puede salir mal?
Pon las manos en la masa y cocina para ti y para los tuyos con agua de calidad
La organización y la preparación de los menús son muy importante para tener una vida más sana. Aprender una receta nueva cada semana puede convertir la cocina en una actividad muy entretenida. Por ejemplo, puedes descubrir gastronomía internacional y probar a cocinarla en casa. Eso sí, asegúrate de escoger recetas saludables y ricas en nutrientes.
Estudios recientes señalan que la prevalencia de obesidad y sobrepeso en la niñez española es extraordinaria. Si en vuestro hogar viven menores y adolescentes, esta Guía de alimentación saludable para las familias oficial te dará unas pautas más detalladas de cómo hacerlo.
Hidrátate mucho y bien
La hidratación forma parte de nuestra salud y es hora de empezar a beber más agua durante el día, debería ser uno de nuestros propósitos del año. Empieza anotando los vasos de agua que bebes al día durante un mes e intenta, progresivamente, alcanzar los dos litros. Al final, esto se convertirá en una rutina. Muy importante: deshazte de todas las bebidas azucaradas y alcohólicas e introduce zumos naturales, agua y té.
Si, además, realizas haces deporte regularmente, beber agua con magnesio puede serte de gran ayuda para prevenir la deshidratación y las lesiones. Se trata de un agua alcalina rica en hidrogeno con alto poder antioxidante que te ayudara a mantener el pH equilibrado.
Lee las etiquetas de los alimentos que te llevas a casa
Este paso es muy importante. El etiquetado de los productos es como el prospecto de una medicina o un manual de instrucciones: leyéndolo y entendiéndolo llegaremos a saber si esa compra es conveniente o no. Determinados alimentos nos pueden causar problemas en el futuro, así que ojito con lo que comemos. Puedes tener en cuenta estos tips: evita las grasas trans, evita que el artículo contenga más de cinco ingredientes y evita los alimentos con más de diez gramos de azúcar.
Utiliza agua de calidad para tus recetas
Si has llegado hasta aquí, es probable que te hayas comprometido a alcanzar una vida más saludable. Tenemos una recomendación más: vigila el agua con la que cocinas y asegúrate de que sea de buena calidad. Dependiendo de la zona en la que residas e incluso del sistema de tratamiento de tu ayuntamiento, el agua será mejor o peor. En cualquier caso, ten en cuenta que el agua del grifo pasa por un sinfín de tuberías que pueden almacenar químicos y terminar en los alimentos que cocines o laves con ella. Además, al cocer ciertos alimentos en ella (por ejemplo, pasta o arroz) se impregnan de un sabor y color desagradables.
Para evitarlo puedes optar por un equipo de ósmosis inversa, que mediante un intensivo proceso de filtrado elimina las impurezas del agua. Habitualmente son instalaciones pequeñas que se ubican bajo el fregadero de la cocina y cuyo único mantenimiento es la renovación de los filtros cada cierto tiempo. En H2O Tratamientos tenemos un equipo de profesionales listo para responder todas tus dudas. Si quieres, puedes contactarnos.