Si tu energía es desbordante, seguro que este verano vas a ejercitarte sin importar el calor o el lugar, si es acuático o de montaña. En todo caso, prepárate para sudar y evita las lesiones. Cuando sudamos, no solo perdemos agua, también sales minerales como el magnesio, que desempeña un papel importante en el rendimiento físico y la prevención de la oxidación muscular de los deportistas.
En verano hay más riesgo de sufrir deshidratación. Con el incremento de temperaturas, a nuestro cuerpo le resulta más difícil recuperar los líquidos que pierde. Además, si practicamos deporte en esta época del año podemos llegar a perder más de dos litros a la hora, en función de la intensidad, la hora del día y la disciplina. Pero, ojo, dos litros ¡es mucho!

Por qué ayuda el magnesio a los deportistas
Cuando a través del sudor perdemos más del 2% del peso corporal, nuestro rendimiento puede verse afectado y podemos lesionarnos. Algunas de las consecuencias de la deshidratación pueden ser el agotamiento, pérdida de la capacidad aeróbica (lentitud y coordinación), deterioro de la función cerebral y el aumento de la tensión cardiovascular. Un panorama poco alentador.
Según los expertos, el cuerpo puede necesitar entre un 10% y un 20% más de magnesio cuando está ejercitándose que cuando está en reposo. Este mineral ayuda redistribuir el azúcar en sangre y reduce el ácido láctico que se acumula en los músculos durante el ejercicio, provocando las temidas agujetas.

¿Cómo sé si me estoy deshidratando?
¿Te sientes como pez en el agua mientras nadas, surfeas o buceas? Pues estupendo, siempre que estés bien hidratado. Aunque la actividad física que practiquemos sea en el agua, nuestro cuerpo suda. Tenemos el mismo riesgo de deshidratarnos que en otro contexto, aunque no lo notemos. Cuando realizamos esfuerzo nuestra temperatura corporal sube; si además lo hacemos al sol o en un ambiente húmedo, ese incremento se puede descontrolar.
Está claro que en ciertos escenarios el sudor no es un indicativo muy fiable de deshidratación. Sí que lo es la sed, así que en cuanto aparezca, hazle caso y bebe. Beber en ese momento no solo calma, sino que es vital.
Hay otras señales más agudas que puedes identificar en cualquier escenario: sensación de calor extremo, mareos, náuseas, vómitos, diarreas, dolor de cabeza o desorientación. Mucho ojo con ellas, hidratarse es la mejor forma de prevenirlas.

Hidratación continua y enriquecida con magnesio
La clave para mantener una rutina deportiva que no derive en riesgos para la salud es hidratarse de forma constante: antes, durante y después de la práctica deportiva. Para mantener intactas nuestras reservas hídricas, hay que beber agua a lo largo del día. Además, se recomienda ingerir medio litro de líquido una media hora antes de iniciar la actividad para contrarrestar pérdidas aceleradas. Durante el ejercicio, conviene tener a mano un recipiente para beber poquito a poco. Y por supuesto, al terminar, debe rehidratarnos completamente.
En H2O Tratamientos recomendamos completar el tratamiento de ósmosis doméstica con un postfiltro revitalizante Hd-50. Este filtro aporta al agua magnesio después de una sofisticada técnica de extracción. En combinación con el proceso de ósmosis, el resultado es un agua alcalina rica en hidrógeno con un alto poder antioxidante que, además, ayuda a mantener el pH del cuerpo equilibrado. Si eres deportista, este complemento será un plus para tu entrenamiento y te garantizará la mejor hidratación.
Este verano, no importa si te sumerges en una piscina (desinfectada, por supuesto), pantano, mar o buscas cobijo en la frondosa montaña. Solo te damos un consejo: hidrátate.