La nueva normalidad que da la bienvenida al verano trae consigo una regulación para prevenir infecciones por coronavirus que limitará el uso de piscinas y playas. Además, exigirá unas medidas de higiene excepcionales tanto para las instalaciones como para las personas usuarias. En Andalucía, algunas piscinas ya han anunciado que no abrirán durante el verano. Otras se plantean ampliar el horario durante la noche. Cumplir con las exigencias y recomendaciones de las instituciones puede ser complicado.
Tal y como concluyó el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lo que nos hace vulnerables no es bañarnos sino quebrantar la distancia social. Las piscinas comunitarias que puedan adaptarse y las personas que dispongan de una en su hogar podrán refrescarse más fácilmente. El agua de la piscina hay que desinfectarla igual que cualquier otro año, siguiendo la normativa vigente. Frente a la combinación de cloro y químicos, la electrólisis salina es un método con ventajas. En este post, te vamos a contar cómo se puede convertir la sal común en desinfectante para la piscina.

Desinfectar la piscina con sal es posible
Un clorador salino o equipo de electrólisis usa la electricidad para separar las moléculas y minerales del agua salada y transformarlos en cloro libre desinfectante de forma constante. Pero, si al final se transforma en cloro, ¿qué importa? Te puedes preguntar. Es que el cloro no es siempre igual.
- Cloro libre: es el cloro que conserva todas sus propiedades desinfectantes contra algas, bacterias y microorganismos patógenos, como el coronavirus.
- Cloro combinado: el cloro que ya ha perdido su capacidad desinfectante al mezclarse con otras sustancias (restos de crema solar, suciedad de nuestro cuerpo, hojas, microorganismo…). Es el causante de irritación en los ojos, afecciones en pieles atópicas o alérgicas e incluso desgaste anticipado de los trajes de baño.
- Cloro total: La combinación de cloro libre y cloro combinado.
Lo que consigue un equipo de electrólisis es transformar constantemente la sal en cloro libre a través de un circuito cerrado, evitando que se convierta en tóxico.

Tips para usar correctamente un clorador salino
- Usarlo al mismo tiempo que la depuradora y durante el tiempo de baño, así te aseguras de tener el agua desinfectada.
- Controlar la cantidad de sal que disuelves en el agua. Tu piscina no es el mar. La concentración es equivalente a la de los sueros y colirios más habituales. Por eso podrás abrir los ojos bajo el agua sin problemas.
- La cantidad de cloro libre que produce la reacción química varía en función del calor. Por eso, regula el equipo en función de las horas de sol y la temperatura.
- Solo podrás instalar un equipo de cloración con tuberías de PVC, la sal oxidaría el acero.
- Tal y como recomienda el Ministerio, mide regularmente los niveles de cloro libre y pH. Mantener el equilibrio entre cloro y pH es vital para el bienestar de nuestra piel y desinfectar.
- El pH debe mantenerse en un rango entre 7,2 y 7,4. Puedes instalar un regulador automático que facilite la tarea.
- Mantén el agua clara y sin partículas suspendidas: si hay muchas el desinfectante será menos eficaz.

Un verano sin coronavirus y con precauciones extra
Un clorador salino como el nuestro, se puede instalar en una mañana. Ganarás en salud y ahorrarás en productos químicos como antialgas, circulantes, pastillas o botellas de cloro… Eso sí, fuera de casa asegúrate de extremar las precauciones.
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