El 18,4% de la población española que hace deporte practica natación. Para algunos, la disciplina más completa y saludable: tonifica la musculatura de forma equilibrada, mejora la capacidad pulmonar y cardiovascular, evita impactos agresivos y favorece la relajación. Aunque la acción del cloro compromete la salud de nuestra piel, cabello y dentadura, en este post te damos consejos para mantenerlos protegidos.
Nadar es la actividad complementaria de cualquier deportista
Según la Encuesta de Hábitos Deportivos en España más reciente (2020) seis de cada diez personas (59,6%) son activas físicamente y la natación es la mejor amiga de los deportistas, por así decirlo. Puede que su séptimo lugar en el ranking de popularidad la haga pasar desapercibida, pero es la segunda disciplina favorita entre quienes practican gimnasia, ciclismo o senderismo; que conforman el top 3 entre la población española.
El favoritismo no es gratuito. Cuando la musculatura se sobrecarga y el cansancio aparece después de una sesión en el gimnasio o una ruta en bicicleta, sumergirnos en el agua ayuda a recuperar el tono. Es más, en caso de lesión, ejercitarse en el agua es clave para empezar a recuperarse gracias al efecto de ingravidez, que limita el dolor.
Los productos de mantenimiento pueden ser perjudiciales
El contrapunto a todas estas ventajas lo pone el efecto de los productos de mantenimiento que se usan en las piscinas. Según la misma encuesta del Consejo Superior de Deportes, el 45,3% de la ciudadanía se ejercita en instalaciones deportivas específicas, como las piscinas. En ellas, el cloro y el sulfato de cobre son los métodos más habituales para combatir las bacterias, virus y hongos. Pero al mismo tiempo provocan piel reseca, irritación ocular, una dentadura más oscura y un cabello más encrespado (en ocasiones incluso verdoso si tienes el cabello teñido de rubio).
Consejos para prevenir los efectos negativos de los químicos
- Cuidado de la piel y los ojos. Además del efecto del cloro, ojito con la dureza del agua (exceso de cal y magnesio). No es la misma en toda España y favorece la dermatitis atópica.
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- Ducharse antes y después de nadar: si la piel está hidratada antes de nadar, absorbe menos cloro.
- Lavarse con gel y champú que neutralicen el cloro y a conciencia.
- Usar cremas hidratantes.
- Usar gafas de bucear.
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- Cuidado del cabello. Usar mascarilla antes del baño para crear una barrera protectora y cubrirte con un gorro de silicona, que aísla mejor que los de licra y neopreno.
- Para el cuidado dental es muy importante seguir una dieta saludable y mantener una estricta higiene de la boca. Es importante también controlar el pH y mantenerlo entre 7,2 y 7,4. Eso, en parte dependerá de la propia instalación deportiva. Pero beber agua mientras entrenas también te ayudará a generar saliva, regularlo y evitar una excesiva acidez.
- Para todo, hidratación constante. Existe consenso sobre la necesidad de beber agua antes, durante y después de hacer ejercicio para evitar la deshidratación, así que llévate una botella reutilizable y recuerda beber cada cierto tiempo. Si, además quieres obtener mejor rendimiento y evitar lesiones, te recomendamos tomar agua enriquecida con magnesio.
Una piscina sin químicos
Si tienes una piscina que presta servicio a deportistas y aficionados, la cloración salina puede ser la alternativa ideal para mimarlos. Las llamadas piscinas de sal son una alternativa respetuosa con el medio ambiente que convierten la sal en cloro libre usando electricidad. Sin químicos, sin antialgas ni circulantes. En este artículo te explicamos cómo funcionan. En este otro, las claves para escoger el más adecuado según tus necesidades.
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