La gota fría amenaza cada otoño en España, dando lugar en muchas ocasiones a tormentas intensas e inundaciones. Disponer de un sistema de protección en nuestro hogar es fundamental para no lamentar daños posteriores en electrodomésticos, como calentadores, lavadoras o lavavajillas, debido a la entrada de barro en nuestra vivienda a través del suministro de agua.
En estos casos, un prefiltro es la mejor solución para proteger nuestros electrodomésticos de los residuos que son arrastrados por las lluvias. Con este sistema evitaremos desembolsos económicos innecesarios por la reparación de la avería o el reemplazo del electrodoméstico afectado por uno nuevo, pero también para proteger la instalación de posibles incrustaciones, con lo que alargaremos su vida útil si lo utilizamos como medida habitual.
Los prefiltros son sistemas de retención de sedimentos que impiden la entrada en la red general de la vivienda de todos aquellos residuos que superen el micraje del filtro, es decir, el diámetro de filtrado en micras, unidad de medida equivalente a una milésima parte de un milímetro.
¿Qué prefiltro elijo?
Estos sistemas pueden ser de limpieza manual, pero también semiautomáticos o automáticos. Para uso doméstico lo recomendado es usar un prefiltro de limpieza manual de red de 3/4 de pulgada y 50 micras. Se trata de un prefiltro muy eficiente, puesto que es capaz de obstaculizar la entrada de todos los sedimentos que superen el tamaño de 0,05 milímetros de diámetro, impidiendo que estos lleguen a los electrodomésticos.
Supone una opción interesante por su alta capacidad de retención a un precio muy económico. Con una pequeña inversión de 64 euros (precio del porta cartucho y el cartucho filtrante), más el coste de la instalación, evitaremos que diferentes partículas y lodos arrastrados por las riadas estropeen nuestros electrodomésticos.
Este prefiltro incluye un cartucho filtrante de hilo de polipropileno bobinado, que sirve para cualquier tipo de agua. Este cartucho es capaz de superar una temperatura máxima de trabajo de 35 grados, es compatible con un gran número de agentes químicos y es desechable. Soporta una presión máxima de 8 bares y un caudal máximo de 1.000 a 1.500 litros. Su precio es de tan solo 18 euros y es muy fácil sustituirlo, por lo que puede reponerlo el propio cliente.
El mantenimiento del cartucho filtrante es muy sencillo: deberemos lavarlo cuando presente suciedad en la superficie por el residuo acumulado. Asimismo, se recomienda sustituirlo como mínimo una vez al año, ya que perdería su capacidad filtrante, aunque dependerá de la cantidad de suciedad que haya soportado. En el caso de riadas e inundaciones, su duración será menor a un año.
El prefiltro debe instalarse en la toma de entrada general de la vivienda, justo antes del sistema de tratamiento de agua que estemos utilizando, ya sea ósmosis, un descalcificador, un desnitratador, un filtro de antracita o sílex. No obstante, es igualmente aconsejable recurrir a un prefiltro para evitar que los residuos lleguen a nuestros electrodomésticos, aunque no utilicemos un sistema de tratamiento de agua.
En H2O Tratamientos contamos con más de 25 años de experiencia en el sector. Estaremos encantados de ayudarte en la instalación de estos sistemas de protección en tu hogar. Asimismo, puedes trasladarnos cualquier duda que puedas tener al respecto. Nuestros expertos te asesorarán para ofrecerte la mejor solución.