Mantener una piscina en óptimas condiciones puede ser muy laborioso o algo más sencillo. El clorador salino simula la composición del agua marina y utiliza sal común para desinfectar y mantener el agua sin necesidad de emplear cloro y otros químicos. Por eso se las conoce como piscinas de sal. Además de proteger la piel y los ojos, es un método más respetuoso con el medio ambiente y te ayuda a gastar menos en su mantenimiento. Hace un tiempo ya explicamos en este mismo blog cómo funciona un clorador salino. Esta vez te damos las claves para escoger el más adecuado para ti.
El clorador salino que mejor cumpla su función será el que logre producir el suficiente cloro libre para desinfectar y cada modelo contiene en su descripción las especificaciones. Para descifrarlas bien tendrás que conocer, entre otras cosas, la cantidad de agua a desinfectar. Es decir, los metros cúbicos de tu piscina, un cálculo que se realiza de forma distinta en función de su forma:
No es lo mismo una piscina de competición que una piscina de recreo, ni una piscina para una vivienda unifamiliar que para una comunidad de vecinos. El número de bañistas que la usarán y el tipo de actividad que se vaya a realizar en ella condiciona su mantenimiento. A mayor circulación de agua, mayor exigencia para el equipo clorador.
El calor agota, no solo a las personas sino también a las depuradoras. A mayor temperatura, más proliferación de algas y microorganismos que obligan al clorador a trabajar más horas para generar suficiente desinfectante, igual que con el número de bañistas. En cambio, en climas más fríos el clorador tendrá una vida más plácida.
Un clorador salino no es que elimine el cloro de tu piscina, sino que evita la acumulación de cloro mezclado con otras sustancias. Pero para mantener un equilibrio sano entre el cloro libre (desinfectante) y el pH (acidez) necesitas medirlo y regularlo. Afortunadamente, existen bombas dosificadoras que regulan automáticamente el pH y lo mantienen constantemente entre 7’2 y 7’4, tal y como recomienda el Ministerio de Sanidad.
Además del regulador de pH, el clorador necesita otro complemento: un lecho filtrante en la depuradora que garantice que el agua que llega a la piscina esté libre de impurezas. Aunque la arena ha sido el material tradicional, hoy en día existen métodos mucho más eficientes y eficaces. En H2O Tratamientos somos muy fans de Quimhidro, un cristal reciclado con características antisépticas que impide la proliferación de cloramina, biofilm, algas y bacterias que normalmente inutilizan otros materiales filtrantes.
A diferencia de la arena, este material persiste durante muchísimo tiempo (¡su garantía se extiende por 10 años!). Además, el grano es el mismo para cualquier depuradora sin importar el tamaño y puede reutilizarse después de cada reparación.
La cloración salina es un método que te permite ahorrar tiempo y dinero. En primer lugar, podrás reutilizar el agua de la piscina durante muchísimo tiempo sin necesidad de renovarla. En segundo lugar, como ya no tendrás que incorporar productos químicos para mantenerla en buen estado y desinfectarla, tanto tu bolsillo como tu salud se verán recompensados.
Tanto si tienes pensado instalar una piscina como mejorar la que tienes, deberías considerar este método depurativo saludable y sostenible. Nuestro equipo técnico está totalmente disponible para asesorarte y resolver todas las dudas que tengas. Solo tienes que contactarnos en el 958 465 589 o vía correo electrónico: info@h2otratamientos.com
La calidad del agua es un factor clave para garantizar el crecimiento saludable de las plantas y cultivos. Muchos problemas asociados al riego, como el crecimiento deficiente, la acumulación de sales en el suelo o la baja productividad, pueden evitarse seleccionando y tratando adecuadamente el agua utilizada.
Un gesto tan cotidiano como abrir el grifo del agua para cocinar, lavarse los dientes o saciar la sed puede suponer, en situaciones excepcionales, una amenaza para la salud. Por ejemplo, en riadas e inundaciones como las que nos han dejado las últimas DANAS, el suministro de agua potable suele verse seriamente comprometido. Si te toca vivir una situación de ese tipo, hervir el agua para su posterior consumo NO es una buena idea.
El agua es esencial para una buena salud, pero esto ya lo sabías. Lo que quizás no te han contado es que la mayoría de españoles tiene malos hábitos de hidratación (por no decir que no sigue ninguno). ¿Falta de información? En absoluto. El 80% de la población española es consciente de que lo hace mal, pero tampoco hace nada para remediarlo. En tiempos en los que intentamos comer mejor y hacer más ejercicio, la paradoja es que infravaloramos nuestra hidratación. En este artículo despejaremos algunas dudas frecuentes y te facilitaremos una calculadora para que no descuides esta función vital.
La calidad del agua es un factor clave para garantizar el crecimiento saludable de las plantas y cultivos. Muchos problemas asociados al riego, como el crecimiento deficiente, la acumulación de sales en el suelo o la baja productividad, pueden evitarse seleccionando y tratando adecuadamente el agua utilizada.
Un gesto tan cotidiano como abrir el grifo del agua para cocinar, lavarse los dientes o saciar la sed puede suponer, en situaciones excepcionales, una amenaza para la salud. Por ejemplo, en riadas e inundaciones como las que nos han dejado las últimas DANAS, el suministro de agua potable suele verse seriamente comprometido. Si te toca vivir una situación de ese tipo, hervir el agua para su posterior consumo NO es una buena idea.
El agua es esencial para una buena salud, pero esto ya lo sabías. Lo que quizás no te han contado es que la mayoría de españoles tiene malos hábitos de hidratación (por no decir que no sigue ninguno). ¿Falta de información? En absoluto. El 80% de la población española es consciente de que lo hace mal, pero tampoco hace nada para remediarlo. En tiempos en los que intentamos comer mejor y hacer más ejercicio, la paradoja es que infravaloramos nuestra hidratación. En este artículo despejaremos algunas dudas frecuentes y te facilitaremos una calculadora para que no descuides esta función vital.
Contamos con los recursos necesarios para asesorarte y encontrar la solución que mejor se adapte a tus necesidades. Nuestros técnicos te responderán en menos de 24 horas.
© Todos los derechos reservados
