Este año, aunque la precaución nos obligue a reducir comensales, los menús seguirán siendo igual de espectaculares. Las fiestas navideñas son un paréntesis anual dentro del que nuestro sistema digestivo se pone a prueba. Las comidas más copiosas se acompañan con dulces y alcohol. Además, los días de descanso y las largas sobremesas nos invitan a relajarnos y aparcar la actividad física. En definitiva, la Navidad es el Grinch de nuestra flora intestinal, pero en este post te ayudamos a mantenerlo a rajatabla.
¿Por qué la flora intestinal condiciona nuestro sistema inmune?
La flora intestinal o microbiota es una barrera natural que tiene nuestro organismo para combatir a los agentes extraños que nos enferman. Está compuesta por billones de bacterias diferentes que están en nuestro aparato digestivo para protegernos. Como son tantas, influyen decisivamente en nuestro bienestar.
Aunque todavía quedan muchos misterios por resolver sobre este conjunto de microorganismos, otras cosas están claras:
- Se comporta como un órgano más del cuerpo humano y es capaz de realizar funciones vitales que no podría llevar a cabo por sí mismo.
- Produce enzimas que ayudan a triturar grandes moléculas que el intestino no puede absorber. Por ejemplo, el almidón, la celulosa, las proteínas o la grasa.
- Ayuda a metabolizar algunos medicamentos.
- Segrega toxinas contra otras bacterias nocivas y produce vitaminas.
- Estimula el sistema inmune.
A bote pronto, es como tener un superpoder. Eso sí, también tiene su kryptonita: la mala dieta, el sedentarismo y el estrés. Si la microbiota se desajusta, aparecen los problemas. Enfermedades como la colitis ulcerosa, la enfermedad de Crohn, el colón irritable, diabetes, hipertensión, problemas cardíacos o la obesidad están relacionadas con este desequilibrio.
Es cierto que unos días de excesos probablemente no vaya a provocar una hecatombe en tu microbiota. Pero sí pueden deteriorarla. Por eso, tanto para prevenir como para recuperarla, te damos unos consejos.
En cuestión de licores, pásate al vino
El alcohol es un enemigo declarado de la salud. Sin embargo, puestos a realizar concesiones te vendrá bien saber que en este estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition se comparó el efecto en la microbiota que tenía el vino tinto y la ginebra.
El vino tinto superó la prueba e incluso puede tener efectos prebióticos gracias a sus polifenoles. Sin embargo, la ginebra y otros destilados… mejor evitarlos porque pueden arrasar con tus bacterias buenas.
Marisco y fibra son bienvenidos
En cuestión de alimentación, hay dos sustancias que son fundamentales para mantener la salud de tu flora intestinal:
- Los prebióticos: fibras no digeribles que favorecen la actividad de la microbiota. Los encuentras en las frutas, las verduras y los frutos secos, por ejemplo.
- Los probióticos: microorganismos vivos que se unen a las bacterias de la flora. Los encuentras en el yogur, el kéfir, el chucrut…
- La vitamina D, el hierro y el zinc: presentes en el pescado azul, el marisco, las setas, las legumbres…
Ejercicio y descanso también son necesarios
Si eres de quienes ya practica deporte en tu vida cotidiana, no dejes que las fiestas arruinen esa buena costumbre. Procura mantener algo de actividad física, aunque sea más ligera que la habitual. Si no tienes ese hábito, no esperes a enero para inundar los gimnasios y empieza ya. El ejercicio genera ácido butírico, que la microbiota metaboliza como fuente de energía.
Las visitas y los compromisos. Comprar regalos. Preparar comidas y cenas. Realmente esta época puede incorporar un plus de estrés a nuestra vida. No te olvides de tu propio bienestar, encuentra tiempo para descansar, dormir y hacer actividades que te gusten. Tu cuerpo te lo agradecerá (y tu flora intestinal también).
Haz que fluya, como el agua
Por último dos pautas muy sencillas que puedes aplicar todos los días de tu vida: bebe mucha agua de calidad y come despacio. El agua facilita que las heces se desplacen más fácilmente por el tracto intestinal. Por su parte, masticar bien facilita la digestión y permite al cerebro identificar qué estamos comiendo e informar al intestino de lo que debe realizar.
Estas fiestas, reunirnos es el mejor regalo. Desde Tratamientos H2O esperamos que las disfrutes.