Cada vez nos tomamos más en serio nuestra salud y la de quienes nos rodean. Beber y cocinar con agua de calidad es especialmente importante para los más pequeños, los más mayores o personas vulnerables. En España, la calidad del agua del grifo es muy diferente en unas y otras regiones en función del tipo de entorno ambiental; en ocasiones incluso depende de la propia gestión municipal. Por eso, en este post analizamos las diferencias que existen entre los cuatro tipos de filtros más comunes para el hogar.
¿Por qué el agua del grifo sabe mal?
Si el agua que llega hasta tu casa tiene un sabor desagradable, es por el cloro que se añade en las depuradoras municipales para eliminar sustancias nocivas. Aunque este paso es indispensable para potabilizarla, a nuestro paladar no le gusta demasiado.
En invierno, el cloro puede tardar en evaporarse de una jarra hasta dos días; en verano, al menos 18 horas. Por eso, el vaso de agua que te bebes directamente sin filtrar siempre tendrá algo.

Contaminantes del agua del grifo
Otro factor que condiciona el sabor y la calidad del agua es el estado de las canalizaciones (cañerías, depósitos, grifería, etc.). Si el mantenimiento o los materiales son inadecuados, la corrosión y el efecto arrastre de contaminantes podrían suponer un riesgo para la salud.
- Por ejemplo, si el inmueble en el que vives se construyó antes de 1980 deberían revisarse las instalaciones para comprobar que metales como el hierro, el níquel, el cobre, el plomo o el cromo representan una amenaza.
- La alta concentración de sales de magnesio en el agua, comúnmente conocida como cal, también es un enemigo habitual de los hogares. Su presencia puede acelerar la corrosión y la aparición de incrustaciones, y con ello, el transporte de contaminantes hasta nuestro grifo. Para eliminarla, lo mejor es optar por un descalcificador.
- Las tuberías, grifos y depósitos son el ecosistema ideal para que las bacterias, virus y otros gérmenes se reproduzcan: húmedos y a temperaturas medias y estables. Para evitarlo, los equipos de ósmosis cuentan con un posfiltro específico que desactiva la enzima que necesitan para reproducirse y los aniquila.

Tipos de filtro y propiedades
Si estás pensando en adquirir un equipo filtrante para mejorar la calidad del agua en tu casa, no te precipites. Analiza tus necesidades, las de quienes viven contigo y reflexiona sobre el uso que haces del agua en tu vida cotidiana.
En el mercado existen muchísimas alternativas, aunque son cuatro las que destacan: los equipos de ómosis inversa, los equipos de ultrafiltración, las jarras filtrantes y los filtros de grifo. En esta tabla, comparamos sus propiedades.
